A ti mi querida iglesia
A ti, que pareciera que has
sucumbido al sistema imperante
A ti, iglesia de la “i”
minúscula
A la iglesia del corto plazo
A la iglesia emprendedora que
se transforma en agente económico
A la iglesia jerarquizada
Fría y estatuaria
A ti querida iglesia
A ti te digo:
Que hemos reducido el amor de
Dios a cuatro paredes
Lo hemos reducido a credos pomposos
Lo hemos reducido a lo “todopoderoso”
Cuánta vanagloria hay en nuestras oraciones:
Omnipotente
Omnipresente
Majestuoso
Santísimo
Lo hemos reducido a lo teológico
Lo hemos encasillado al dogma
Lo hemos reducido a la moralidad
Lo hemos coartado a interpretaciones fanáticas y enfermizas
Ellos los poderosos, los de facto
Lo liberales
Los de la derecha conservadora
Los de las clases acomodada y los arribistas de siempre
Los de la izquierda “progresista”
... Todos usan tu nombre
Para favorecer sus intereses
Intereses mezquinos y mercantilizados:
“Dios dame esto”
“Concede aquello”
Cuántos toman el nombre de tu hijo
Y lo hacen llavero
Lo hacen amuleto
Lo hacen mágico
Hemos reducido tus vivencias en los caminos de Galilea
A un tour por la ciudad santa de Jerusalén
Que de de santa no le queda mucho
Pero si le sobran bombas, balas y opresión
Tu iglesia de la “i” minúscula
De la cual soy miembro y lo hago con vergüenza
Hemos investido a Dios de poder y juicio
Cuando todo se resume a humildad y Gracia.
Nos gusta tenerte lleno de poder
Por que amamos el poder
Queremos un Dios todopoderoso
Para que destruya a nuestros enemigos.
Cuando tu eres el Dios toda-debilidad
Toda-mansedumbre
Toda-humildad
Que lo revolucionó todo
Al poner la otra mejilla
Tú eres el Dios que expulsa a los mercaderes
No el dios que se deleita en los manjares del capital
Eres Dios del cojo, el mudo y el tuerto
No el dios de la belleza neoliberal
Nosotros los hombres
Los machos alfa proveedores neoliberales
Te hicimos machistas y opresivo
Cuando eres el Dios de la justicia y la dignidad
El Dios de la mujer y la trabajadora sexual
Del homosexual y bisexual
Del travesti y el transformista
Del alegre y el aburrido
Del soltero y el que disfruta de la compañía
Como te hemos encasillado,
Como te hemos hecho apático, tedioso
Cuando yo te veo en los bares mientras bailo con mis amigos y amigas
Cuanto te veo en los muchos tragos que me sirven para emborrarme y
borrarme de la opresión
Cuando conversamos un cigarrillo sentando en balcón buscando respuestas
del cielo
Cuando tan sólo debo caminar por las calles para saber tus respuestas.
A ti iglesia de la “i” minúscula
Te digo:
Busca a Dios, busquemos a Dios
Donde se debe buscar
En la humildad de su sandalias
En el pesebre de Belén
Las pobres y oprimidas tierras de Galilea
Lejos del poder y la pomposidad
Lejos del taque y la tortura
Lejos del amor protocolizado como normal
Lejos de una iglesia con “i” minúscula
Por Juan A. Rojo
(Inspirado en un predicación del
Pr. Lisandro Orlov)
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